Ayer en la tarde tuvimos una prueba de inglés para tres de los muchachos que se van de intercambio: 2 para Estados Unidos y una jovencita para Canadá. Fue delicioso porque los muchachos tienen un nivel de inglés estupendo, así que cero frustraciones. Fue bien agradable de verdad porque solo hablamos de cosas buenas: la mamá de una de nuestras estudiantes fue electa diputada extraterritorial a la cámara baja italiana, la mamá de otros de los estudiantes está finalizando su postgrado y Renzo nos daba tips y consejos varios a todos. Renzo es todo un personaje, y nos hizo llorar de la risa con sus cuentos.
Llegamos al tema de la cocina porque Renzo adora cocinar e inventa almuerzos, recetas, convites. Nos contaba cosas como, lo difícil que había sido para su hermano en Boston conseguir un pernil para el bautizo del hijo, o como le habían despedazado media res en Canadá, y así cuentos varios, todos muy divertidos.
Entre tantas cosas, nos comenta que se entera de la existencia de una cosa que se llama caja china, por una amigo que la vio en Estados Unidos. El amigo le dice que es una caja donde se cocina un cochino entero. Corre a Internet y en Google coloca “chinese box” y para su sorpresa le aparece www.lacajachina.com y ve que es una caja que fabrican cubanos en Miami y, nos cuenta Renzo que averiguó, que la bautizaron como china porque cualquier cosa que le pongas china suena a rara.
Renzo es súper ocurrente y se dijo, yo voy a hacer mi propia caja. Nos cuenta que la hizo y este fin de semana cocinó un pollo allí: y es que no te puedo contar lo bueno que quedó. Nos dio los datos, les cuento... voy a tratar de ser literal.
Necesitas una lata vacía de aceite Vatel de 18 litros. ¿Cómo la conseguiste?, le preguntamos.
Te vas para Quinta Crespo (ese es el mercado más grande de Caracas) y búscate el puesto que está cerca de la policía. Le dices al señor allí que te venda una de las latas vacías. Te va a pedir 3.000 bolívares (un poquito más de 1 dólar), pero tú le dices que le das 2.000 porque eres de Cariaco. No les cuento el regaño cuando le dije que no soy asidua a Quinta Crespo porque es lejos, y no compro volúmenes.
Bueno sigamos, porque después del regaño, continúa Renzo explicando: A la lata le eliminas la tapa de encima y la lavas muy bien porque uno nunca sabe que han hecho en esas latas, aclara.
Pones carbones en la parrilla y los enciendes, cuando no tengan llama está listo.
Agarras una lata de cerveza, la destapas te tomas un sorbito si quieres, y la pones dentro de la lata de aceite, en el centro.
Adobas tu pollo y los sientas en la lata, sellas bien la lata con papel de aluminio.
Lo pones sobre la parrilla y en una hora exacta (lo dijo tocando el reloj con la punta del pulgar), exacta, repitió, el pollo está listo. Dice Renzo que no le gusta eso de poner los carbones encima.
La lata está a una temperatura muy alta, así que hay que tener cuidado. Después, lavas tu lata y la puedes volver a utilizar.
Su próximo proyecto es hacer un pato de la misma forma.
Allí les dejo el dato, a mí me parece una maravilla!
Mañana les cuento de las recetas de Monchi, mamá de otro de nuestros estudiantes que me copió su recetario. Voy a revisarlo y a compartir alguna de sus recetas.
Las fotos las tomé de los sitios web www.lacajachina.com y Cargill
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