Hoy mientras preparaba la masa para mis panetones recordé a mi abuelita María Luisa y las hallacas.
- Me gustaría traerla en diciembre y revivir la confección de las hallacas con ella. Mandaba más que un dinamo, y a la hora de armarlas se sentaba en la cabecera de la mesa y como si tuviera 1000 ojos que veían todo, decía: no Zulmy no se amarra así, o al que extendía la masa le indicaba, es más delgada; solo una pedazo de tocino; no te comas las pasitas, y así. Y contaba como es que las preparaba Pachera – concuñada de mi tía Josefina. Decía, es que ella es tan perfeccionista, que hace una, la cocina y si le parece bien se arman las hallacas, sino hay que rectificar. Después, mientras se cocinaban las hallacas, nos sentábamos a conversar con una copita de vino, y todos expectantes para, después que se reposaran un rato, comerlas. Ese era un pleito especialmente con mi hermana porque, la abuelita decía que no se deben comer recién hechas: hay que dejarlas reposar. Pero Haydée es 'hallacohólica' y no había quien la convenciera de no comérsela tan pronto como fuera posible. Después el reparto, tantas para ti, y estas otras para ti, con sus consecuentes bollitos amorochados a las hallacas.
- También me gustaría volver a vivir los días en que, Hugo mi hijo, colocaba su cartica para el Niño Jesús en el arbolito. Y se levantaba todos los días subsiguientes tempranito a ver si el Niño Jesús la había recogido. Y es que la noche en que el Niño Jesús se la llevaba dejaba una estela de caramelos, serpentinas y papelillos por donde entraba y por donde salía. Y esa mañana mi niño de 4 o 5 años, me despertaba: mami, mami, ya el Niño Jesús recogió mi carta, ven mira. ¿Crees que me vaya a traer todo lo que pedí? No se, hijo, vamos a ver, quizás!
Ambas cosas se pueden revivir .... con otros protagonistas
ResponderBorrarBeso
No se va a poder. No hay como Maria Luisa, y no es posible que tenga más niños.. no way! pero es lindo recordarlo y desear meterse en el túnel del tiempo!
ResponderBorrarYa verás.......
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