El pastel de Carmen Violeta: ¿de chucho o de cazón?

Ayer fui a casa de mi mamá, a venderle una rifa. Mi ahijado se gradúa de bachiller y le he pasado ‘raqueta’ a todo el mundo. Estando allá, llegó el viejo de su trabajo y nos sirvió un vinito. Mi mami me invita a cenar con ellos, tenía Pastel de Chucho que había quedado del almuerzo.
Lo que pasó fue tan divertido, que parecíamos de comiquitas. Mi mamá dice que tiene pastel de chucho, pero que no es de chucho sino de cazón, y empieza la discusión. Yo argumentaba que el pastel se llama de chucho, pero que el chucho es el mismo cazón. Con ejemplos y todo, insistía: al aguacate le dicen palta en otros lugares; al tomate jitomate y, muy convencida de lo que estaba diciendo, explicaba que así es como le dicen al cazón en Margarita.
El viejo, decía que no, que se llamaba de chucho por el lugar donde lo hacían que era restaurant que se llama de Chucho y por eso se quedó así.
Carmen Violeta, insistía que la receta, que ella habla sacado hace unos años del periódico – y me lo mostró – decía en los ingredientes pescado chucho.
Total, que seguíamos nuestras explicaciones entre bocado y bocado, cada uno convencido de tener la razón.
Ah! Lo que sí quedamos todos de acuerdo es que estaba delicioso. Carmen Violeta dijo que su pastel estaba mejor que el que se habían comido en Casa Caranta en Pampatar – ya saben de donde nos viene la modestia – aunque, dijo, la próxima vez voy a cortar el plátano un poco más delgado. El viejo propuso comprar cazón mañana mismo para que mi mamá lo repitiera para el jueves que viene!!!!. Cosa que Carmen Violeta no aceptó... para el jueves otra vez, no no no, hay que comer variado.
Confieso que no recuerdo haber probado el de Casa Caranta, pero el de Carmen Violeta estaba de primera.
Al legar a la casa busqué mi libro Geografía Gastronómica Venezolana de Ramón David León: Uno de los capítulos es sobre el Chucho Frito Arayero:

En gran parte de la porción marítima del Oriente nacional, particularmente en la Península de Araya, abunda el “chucho”, pez de la familia de las “rayas”. A la misma pertenecen el “chupare” y la “manta”.

Ya adivinaron quien era la que tenía razón: Carmen Violeta.
Más adelante en el capítulo, Ramón David León explica que el “chucho” es el más codiciado, por su admirable sabor y que cuando un pescador jefe de familia consigue atrapar un “chucho” se considera afortunado.
Ahora no sé si he probado chucho o no!!! La próxima vez que vaya a Margarita voy a poner más cuidado.