De las cosas que he aprendido con Miguel

Miguel es mi esposo, y es capaz de divorciarse si coloco una foto de él en este blog. A veces nos podemos a conversar de las cosas que hemos aprendido uno del otro, y son muchas. Pero hay una que es lo máximo.
Tengo que ir para atrás, cuando tenia 6 años recuerdo que me enfermé y estuve de reposo un tiempo, que para mi fue largo. Crecí con la historia que había sido hepatitis y que por eso no podía comer chocolate. Hoy se que no es cierto, pero lo cierto es que no comia chocolate por el falso mito que es dañino al hígado. Y lo peor es que lo que tuve tampoco fue hepatitis. Lo se porque me hice un examen de sangre harta de no poder donar sangre por una supuesta hepatitis, que al final nunca existió.
Hoy en día como chocolate y dono sangre sin remordimientos.
La cosa es que como no podía comerlo decidí, en algún momento de mi vida, que no importa porque no me gusta el chocolate. Tal cual: “las uvas estaban verdes”.
Miguel no podía entender, con toda razón además, como había alguien en el mundo que no le gustara el chocolate: toma un poquito, anda cómete este pedacito, abre la boca prueba el helado de chocolate.. poco a poco me convirtió en un monstruo chocolatoholico, gracias Miguel!!!
Hoy Pamela Villar, en su espacio Carta de Postres en el Canal Gourmet preparó un Financier de Bananas con Mousse de Chocolate de Leche. Era un programa repetido por lo que pude conseguir los ingredientes en la página.
Hice solo el Mousse de Chocolate que es facilísimo, no puede ser más fácil y es muy sabroso. Ojo, para una cena formal, es mejor como acompañante de algo que solo, porque al no tener claras batidas no es tan liviano en textura. En realidad Mousse en francés es espuma; el Mousse que usas para el pelo, es una espuma. Este de Pamela no es espumoso, pero es tan fácil y no tiene forma de salir mal con Chocolate El Rey.
Escalé la receta, porque la preparé solo para dos :
64 gms de crema para batir
32 grm de crema para batir
80 gms de chocolate de leche, mejor si es CAOBA de El Rey
Se pica el chocolate pequeño y se coloca en un recipiente que soporte calor.
Los 64 gms de crema los llevas al fuego. A mi se me ocurre, ahora, que puede infusionarse con algo: malagueta (a la que estoy adicta), vainilla, ralladura de naranja, que se yo pimienta rosada, o lo que la imaginación te indique.
Al hervir se vierte sobre el chocolate y se deja reposar un momento. Se revuelve hasta que todo esté incorporado.
Los 32 gms de crema se baten a medio punto y se mezcla a la preparación anterior. Se colocan en moldecitos – me dio para dos de media taza cada uno, perfecto – y a la nevera por lo menos dos horas.