¡Pan con Semillas de Girasol que enamoró!

Uno de los aromas más deliciosos es el de pan recién horneado. Y aunque sea una de las frases más repetidas en todos los idiomas, definitivamenente no es un cliché Es una verdad más grande que la bóveda celestial.

Me disponía a hacer pan para la casa y me dije, déjame hacer uno adicional para los viejos.
Una trenza, con semillas de amapola. Bien amasada, con una buena malla de gluten, que quede suave. Esta es una receta de “Great American Home Baking”. Lo que hice fue pesar los ingredientes para formularla después. No hay que impresionarse si al pesar dan cantidades un poco diferentes. Cada uno llena las tazas de manera diferente. En el caso de la harina, hay quien mete la taza en la harina y quienes vertimos la harina sobre la taza. Lo importante es ver si una vez pesada, la primera vez. Si a uno le gusta lo deja así; en caso contrario se ajusta
Esta es la receta para un pan
Receta
2.25 cucharaditas de levadura instantánea (19 gms)
1 cucharadita de azúcar (5 gms)
1 taza de agua (106 gms)
1 huevo (50 gms)
¼ de taza de aceite vegetal (40 gms)
1 ½ cucharadita de sal (9 gms)
3 ¾ tazas de harina (455 gms)

¼ de taza de leche
Semillas de girasol

Amasar a mano o con máquina. La masa no debe quedar blanda y hay que amasarla suficiente tiempo, hasta que se forme la malla de gluten.
Colocar la masa en un recipiente plástico engrasado en aceite y tapar.
A los 50 minutos desgasificar, es decir aplastarla y doblarla como un libro. Dejar levar 55 minutos más.
Poner a precalentar el horno a 425F.
Desgasificar de nuevo. Dividirla en tres, hacer una clineja. Colocarla sobre una bandeja engrasada, taparla con un paño y dejarla levar media hora o hasta que casi doble su tamaño.
Recubrir el pan con leche, utilizando una brocha y espolvorear por encima las semillas de girasol. Hornear por 25 minutos o hasta que esté dorado. Bueno, el caso es que me voy a casa de mis viejos con el pan recién horneadito y veo la cara de entusiasmo con la cual me mira Virgi. ¡Qué bello!, me dice. Lo prueba y ¡Qué sabroso!. Y es que Virgi se enamoró del pan. Tanto fue su entusiamo que quedamos en que voy a enseñarla a hacerlo. Ese acontecimiento, que imagino será para Enero porque en casa de mi madre no hay horno ahorita, lo voy a tener que tener que dejar fotografiado paso a paso para la posteridad.